La criopreservación de embriones es una práctica de rutina dentro de las clínicas de tecnología reproductiva avanzada (ART). Durante un ciclo de transferencia de embriones congelados, el útero se prepara con hormonas de estrógeno y progesterona para hacer que el útero sea receptivo. Esta preparación hormonal generalmente toma de 3 a 4 semanas. Durante este período de 3 a 4 semanas, se controlan los niveles hormonales y el revestimiento del útero para asegurar una receptividad uterina óptima. Los embriones criopreservados luego se descongelan y se transfieren nuevamente al útero. Aproximadamente 95% de los blastocistos de los días 5-6 normalmente sobreviven al proceso de congelación-descongelación. Las pruebas de embarazo suelen realizarse entre 10 y 14 días después de la transferencia del embrión. Si se transfieren embriones cromosómicamente normales de alta calidad, se alcanza una tasa de embarazo clínico de aproximadamente 65% por transferencia de embriones congelados. Las técnicas y capacidades de criopreservación de embriones se han convertido en una estrategia terapéutica cada vez más importante en la reproducción asistida.